Anónimo


jueves, 28 de marzo de 2013

Deseos Intimos


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"Deseos Íntimos" es el título de un extenso relato cuya entrega se hace por capítulos. El autor es DEGE y está publicado en Círculos BDSM, en el apartado Relatos BDSM dentro de la sección Biblioteca BDSM y Expresiones Artísticas del Foro.

Se encuentra ya en el capítulo 15. Transcribo aquí el primer capítulo del relato. Lo único que no corresponde al original son las imágenes, que no tiene, y las tomé de la galería que el autor tiene en Círculos.

Pondré a continuación el enlace al capítulo 14, al principio tendréis la información para acceder a todos los capítulos, el único que falta y ya está publicado es el 15.





Título: Deseos Intimos
Autor: DEGE
Publicado: Círculos BDSM
Enlace: ( Enlace directo al capítulo 14 con información de acceso a los anteriores )

http://www.circulobdsm.org/foro8/relato_deseos_intimos_capitulo_14_a-6269/



"DESEOS ÍNTIMOS"   ( Capítulo 1 )

Como fue que Vanesa y Joe se conocieron, no lo recuerdo bien. De hecho. no viene al caso, y puede transformarse en un hecho absolutamente anecdótico y sin importancia. Podría ser a través de la página, por e-mail, o como fuese... Lo cierto es que Joe le echó el ojo en cuanto la leyó un par de veces.

Con su estilo desenfadado y su honestidad que transparentaba su ansiedad de nuevas y emocionantes experiencias, Vane era un caso típico de la mujer atrapada por su realidad social, su pareja, su trabajo, que no le permitía sacar ni saciar su faceta mas oscura.

La relación comenzó de a poco. Cómo el juego del gato y el ratón. Un gato astuto que guardaba muchas mañas entre sus afiladas y seductoras garras, y una ratoncita que disfrutaba de la idea, siempre presente en su mente, de encontrar ese hombre realmente capaz de encontrar en ella y disfrutar lo que ella misma no se permitía.

Vane dio muchas vueltas antes de concederle la oportunidad de verse cara a cara por primera vez. Hizo muchas averiguaciones, y hasta se animó a preguntarle a su amiga de siempre si lo conocía a Joe. La respuesta de su amiga no podría haber sido más inquietante. "¿En serio te contactó Joe?", le preguntó. Y luego de que Vane le contara algunas cosas más, sin que ella le contara nada, solo le respondió:"No lo dejes ir. Disfrutalo. Te va a volar la cabeza..."

Vane se quedó pensando en el tono de la respuesta de su amiga, en su suspiro entrecortado al responderle. La conocía, había percibido que entre ellos había habido algo en algún momento. Seguramente algo muy intenso… tanto que provocaba reacciones en ella de solo recordarlo. Por otro lado, siempre se habían contado todo, hasta lo más íntimo, pero de Joe no quería contarle. De todos modos le había gustado el énfasis de su recomendación… y sabía que su amiga de siempre no iba a mentirle..

Finalmente, a los dos días, ambos se encontraban en un conocido café,según había dicho Joe, "para conocernos las caras". Cuando Vane lo vió se preguntó si no estaría equivocada. No parecía ser un hombre muy atractivo. Parecía de unos cuarenta y tantos, con canas ya peinando sus sienes. No, pensó luego de mirarlo bien,, no es atractivo, pero tampoco desagradable. Tenía un hablar muy tranquilo y un brillo especial en sus ojos que le daba cierto aire de misterio. No parecía el típico Dominante con cara de recio. Mas bien parecía un hombre que sabía divertirse con sus maquinaciones, que cargaba en su imaginación y en su experiencia esas cosas que hacen de la perversión ese fruto prohibido tan anhelado. Eso asustaba, pero a la vez seducía profundamente la inquieta y febril mente de Vane.

Ambos se dejaron bien en claro de comienzo que ninguno de los dos deseaba un compromiso permanente del otro más allá de la relación que diera el juego o relación que quizás comenzaran juntos. Vane le aclaró que ella estaba casada, que su marido no sabía nada de sus gustos, pero que ella todavía lo amaba con toda su alma y lo deseaba así como era.

-"No pretendo una novia, ni que te enamores de mí " le dijo claramente Joe. "Si las cosas salen como tengo pensado, ambos disfrutaremos sin necesidad de vínculos sentimentales, mas que los que puedas sentir por quien saque a relucir muchas cosas de la mujer que hay en vos".

 -"¿Te queda claro que puedes sentir deseo, calentura, gratitud, entrega... sin que eso necesariamente quiera decir que me ames o que soy el hombre de tu vida?" Le preguntó él mirándola fijamente a los ojos.

Ella sintió su mirada traspasar por primera vez la barrera de sus ojos y recorrerla por dentro. Esa frase que acababa de salir de los labios de ese hombre encerraba mucho de lo que siempre había buscado. Sintió miedo, duda, ansiedad, y una profunda excitación que le nacía en el vientre y subía hacia su rostro. Esos ojos que la escrutaban continuaban violando su mente.

-Recordó entonces las palabras de su amiga y haciendo acopio de coraje respondió con un "Si" que el sintió como genuino y valedero. “Puedo asegurarte que en el momento en que tú te enamores de mí y comiences a desvirtuar todo esto, por más que duela, seré yo quien corte la relación”.

-"Se que todavía tenes muchas dudas. Es lógico, apenas nos conocemos en persona hace unos pocos minutos, y ya tu cabecita vuela muy lejos" agregó él, como leyendo lo que en su mente sucedía. "No te preocupes, solo dejate llevar... pero por sobre todas las cosas, confía... confía en mí". dijo antes de hacer una pausa que a ella le pareció eterna.

Tomó la taza de café entre sus dedos y con total paciencia y tranquilidad sorbió lo que quedaba en ella. Luego volvió la vista a los ojos de Vane, que no se habían quitado de él, como no queriendo perder ningún detalle de lo que estaba por suceder.

-"Dame tus manos...." pidió él.

Tímidamente ella las deslizó por sobre la mesa y se las acercó. El las tomó entre las suyas. El contraste entre los veintiocho de Vanesa y los mas de cuarenta de Joe era evidente en esa unión. El las tomó con una sola de sus manos, mientras con la otra sostenía el mentón de ella para que lo mirara directamente a los ojos.

-"Lo que voy a decirte ahora es muy importante, linda... y quiero que lo recuerdes siempre..." dijo él haciendo una pausa. Ella asintió con la mirada y se sintió atrapada en ese vínculo. "Soy un Dominante sádico y perverso, me gusta jugar con mis sumisas de formas perversas y retorcidas. Quizás hasta te parezca por momentos que no puedas tolerar lo que tengo para vos. Solo quiero que recuerdes mi compromiso, desde mi corazón y mi alma, dicho con tus manos en mis manos. Prometo no hacer daño a tu cuerpo, a tu alma, o a tu mundo real que te rodea. Haré todo lo posible por cumplir esas fantasías que tienes en tu mente sin que nada altere tu mundo actual.... pero no puedo prometer no alterar tu propia mente, y de hecho lo haré..." dijo e hizo una pausa mientras una hermosa sonrisa se dibujaba en el rostro de él.

 La respiración de Vanesa era profunda y podía sentir cada molécula de aire al entrar en su cuerpo, sumida en un trance que estaba fuera de su control.

-"Es por eso, por tus dudas, por tus reacciones, porque deseo que te sientas segura que todo esto puede terminar cuando tu desees, que he preparado un esquema para esa eventualidad"


El contacto de sus manos se le hacía eterno a Vane, y sentía como la transpiración de sus manos delataba sus nervios sin que ella pudiese controlarlo. La mirada de él continuaba escrutándola hasta lo más íntimo.

-"Si llegara el caso en que perdieras la confianza en mí... te dejaré tres sobres numerados con instrucciones dentro... Podrás abrirlos los tres juntos si deseas, aunque mi idea es que abras cada uno y sigas las instrucciones individualmente".... luego respiró profundamente y agregó "Si llegara el caso en que abrieras el sobre numero 3, habiendo cumplido lo de los anteriores, y aún sintieras que no merezco tu confianza, una vez que cumplas con lo que he escrito dentro del mismo, toda nuestra relación se disolverá.... definitiva y permanentemente. Soy un hombre de pocas palabras a ese respecto, y si no te basta mi compromiso de hoy y lo que haré por vos... entonces no valdrá la pena seguir juntos"... hizo una pausa y luego dijo "Pero confío en que no llegaremos a eso... " soltándole las manos mientras sacaba del bolsillo de su saco tres prolijos sobres numerados que dejó a un costado de la mesa.

Las manos de Vane, de repente se sintieron frías y solas... como desamparadas. La mente de ella era un mar de confusiones, ideas y deseos que iban y venían caóticamente. Iba a necesitar un tiempo para pensar todo lo que estaba viviendo en ese momento.

-"Se que ahora no puedo pedirte que decidas lo que deseas. Necesitarás tiempo para pensar y evaluar todo lo que te dije hoy acá." dijo Joe llevando su mano a otro bolsillo de su saco. De él sacó una tarjeta de diseño bastante básico. Solo tenía impreso un número, que parecía ser de un celular. "Si llegaras a decidirte, quiero que me envíes un mensaje a este celular con tu celular, sin bloquear tu número. Es importante que ambos estemos comunicados, y este será el medio preferido de comunicación online y para casos de emergencia, aunque también leeré emails y MPs, pero convengamos que esto es lo más instantáneo. Para otras cosas tengo otros métodos de los que ya te enterarás de a poco, pero solamente si comenzamos algo entre nosotros."

Nuevamente hizo una pausa mientras hacía una seña para que le acercaran la adición.

-"¿Estas de acuerdo con esto? ¿Quieres decir o comentarme algo? No soy inaccesible y podrás hacerlo en todo momento, por cualquiera de los medios, pero siempre es bueno comenzar sabiendo, en persona, cómo te sientes con lo que te acabo de explicar." Dijo recostándose sobre su silla mientras hablaba.

Vane estaba algo ansiosa y nerviosa, pero extrañamente no tenía miedo. Quizás era el tono de voz, la postura de firmeza, lo que le generaban confianza, o simplemente el que él haya podido leer sus necesidades tan fácilmente. Agradeció el tiempo a Joe y le dijo que estaba sorprendida por cómo había encarado todo hasta el momento. Le contó también que se tomaría su tiempo para responderle, probablemente al día siguiente o al otro día. No deseaba hacerle perder el tiempo, porque parecía una persona con buenas intenciones y que la había respetado en todo. También le reconoció con una sonrisa nerviosa en su rostro, que aventurarse a lo desconocido con él le provocaba mucha ansiedad, dudas sobre lo que ella misma deseaba, pero que sin embargo movía todo su ser de una forma que nadie lo había hecho antes. Él se sonrió ante ese comentario y le respondió que no esperara de él convertirla en una monja, mas bien todo lo contrario. Que la puerta a lo que ella deseaba estaba abierta, solo faltaba su coraje para aprovechar la oportunidad.

Ella se sonrojó sonriendo nerviosamente mientras él la ayudaba con la silla y con la puerta al salir, como todo un caballero. Vane sintió que esos pequeños detalles hacían una gran diferencia y se prometió a si misma pensarlo con mucha seriedad. El tomó su mano y sin preguntarle siquiera detuvo un taxi para ella. Se despidió de ella recibiendo un caluroso beso en la mejilla mientras le acercaba una tarjeta con el código de cuenta corriente al taxista.

-"Llévela a salvo a su casa y cárgelo a mi cuenta" le dijo al atento chofer.

Ella indicó el destino al chofer y se alejó con una sonrisa en el rostro mientras guardaba celosamente la tarjeta en su cartera. Cuando llegó a su casa, su marido recién volvía de la oficina, le dio un beso, cenaron juntos y se fueron a dormir....

Al menos él durmió, porque Vane daba vueltas en la cama pensando en las palabras de su amiga. "No lo dejes ir. Disfrutalo. Te va a volar la cabeza..."













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